Amamos lo que no conocemos, lo ya perdido.
El barrio que fue las orillas.
Los antiguos, que ya no pueden defraudarnos, porque son mito y esplendor.
Los seis volúmenes de Schopenhauer, que no acabaremos de leer.
El recuerdo, no la lectura, de la segunda parte del Quijote.
El oriente, que sin duda no existe para el afghano, el persa o el tártaro.
Nuestros mayores, con los que no podríamos conversar durante un cuarto de hora.
Las cambiantes formas de la memoria, que está hecha de olvido.
Los idiomas que apenas desciframos.
Algún verso latino o sajón, que no es otra cosa que un hábito.
Los amigos que no pueden faltarnos, porque se han muerto.
El ilimitado nombre de Shakespeare.
La mujer que está a nuestro lado y que es tan distinta.
El ajedrez y el álgebra, que no sé.
Jorge Luis Borges.
Sobretodo la mujer que esta a nuestro lado y es tan distinta :)))
ResponderEliminarSin ella, el resto no vale nada.
Besazos enormes
Siempre muy bellos los post.
ResponderEliminarbesitos, queria saludarte.
y disfrutar de tan dulce y melodiosa musica..
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Esa sensación de perdida, de que nada nos pertenece, que todo se diluye a nuestro alrededor. Buena descripción. Besos.
ResponderEliminarQUE HERMOSO!!!!
ResponderEliminarGracias por compartir tan hermosas palabras. Siempre se extraña aquello tan difícil de volver a ver, a tener, a sentir...nos leemos!! saludos n.n
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